EL faraón niño

Egipto, Tebas. Año 1336 a.C. Tutankamón, el joven faraón, ha muerto tras apenas nueve años de reinado. Hay que darse prisa con los preparativos de su viaje hacia la eternidad, que deben terminar a los 70 días exactos. Arquitectos y artesanos trabajan sin descanso en los detalles de su tumba en el Valle de los Reyes. Mientras los médicos dedican su arte a la delicada pero espectacular operación de momificar el cuerpo del monarca.

3259 años después un inglés, egiptólogo y pobre, Howard Carter, que desde hacía seis años vagaba por el desierto en busca de la famosa tumba, en compañía de otro inglés, Lord Carnarvon, arqueólogo pero rico, está a punto de convertir su sueño en realidad. Debajo de unas cabañas en cuentra la entrada a una tumba, hasta llegar a una puerta sellada. A pesar de encontrarse cerrada había señaes de que otros se habían adelantado: los saqueadores de tumbas, por lo que las esperanzas se achicaron. Finalmente Carter llegó a una segunda puerta. Carnarvon le preguntó

-¿Ve usted algo?

- Sí, ¡algo maravilloso! Algo nunca visto en ninguna otra excavación

La débil luz les revelaba féretros dorados, un trono de oro, estatuas negras, arcas extrañas. Poco después encontraban una cámara oculta en la que se encontraba el sarcófago del faraón, y junto a él los más extraordinarios tesoros. La enormidad del hallazgo fue tal que tardaron varios años en examinarlo por completo.

Una de las cuestiones más destacadas es la mitología que gira en torno a este descubrimiento. La muerte de varios miembros de la expedición poco después del descubrimiento alimentó la imaginación de la prensa, que volvió a hablar de la maldición de las tumbas egipcias.

Ahora te toca a ti investigar un poco sobre la figura de Tutankamón y las curiosidades que envuelven su descubrimiento.